lunes, diciembre 25, 2006

Participación latinoamericana en el comercio del software

A propósito de un artículo de Horacio Bruera para La Nación de Argentina, se pueden medir los intentos y logros de los países latinoamericanos por tomar una porción del mercado mundial de Tecnología Informática. La nota de Bruera destaca a Chile, ya que un aspecto importante de las estrategias chilenas de crecimiento, es el seguimiento institucional de su comercio exterior, convirtiéndolo en generador fundamental de producto nacional. Si bien el principal ingreso de Chile es un commodity -el cobre-, el esfuerzo puesto en cada área es destacable, y sirve para pensar otros modelos. Bruera destaca la calificación arancelaria de los servicios de software, y el impacto de esta medida en la actividad de las empresas interesadas:
(...) el sistema arancelario chileno ofrece una novedad que marca su singularidad en América latina y en muchos países del mundo: el suministro transfronterizo de software y servicios informáticos es considerado un servicio exportable y, por lo tanto, debe estar contemplado bajo la partida 00.25 (incluida por primera vez el 17 de enero de 2004 en la sección "0" del Arancel Aduanero chileno, correspondiente a Tratamientos Arancelarios Especiales).
La Dirección Nacional de Aduanas estableció, además, que "los exportadores de servicios deberán dar pleno cumplimiento de las normas establecidas en la resolución 3635 del 20 de agosto de 2004, cualquiera que sea el modo de envío de los servicios al exterior". Esto implica condicionar la obtención de beneficios fiscales y aduaneros al cumplimiento de una serie de requisitos determinados en dicha resolución
Pero yendo más allá, Bruera menciona un informe de Proargentina, que remite a una visión más general del volúmen de los esfuerzos de diversos países por ganar un sitio en el mercado global. El informe, y otros documentos relacionados que lo mencionan en otros casos (Ecuador, Colombia), ofrece un buen soporte para investigar el tema, tanto en cuanto a los esfuerzos para ganar posiciones en el mundo, como para conocer las características y necesidades de los principales mercados nacionales.
Este informe, fechado en enero de 2005, tiene referencias estadísticas en general limitadas hasta 2003. Esto es importante para los números de Argentina, que continuó creciendo posteriormente (Haré apuntes a esta nota cuando tenga la continuidad de las cifras publicadas).
Un hecho que se destaca del informe es la importancia de Brasil, que debiera recordarse más de lo que se hace, y que recuerdan que el país se perfila como un competidor global.
En cifras, el informe indica un volúmen aproximado de diez mil empresas en la industria del software, con ingresos aproximados de 18.000 millones de dólares (91% de ellas dedicadas al desarrollo de software), de las que el 75% son pequeñas empresas de 50 empleados o menos.
Como en el resto de Latinoamérica, en el lote de las primeras ocho empresas, seis de ellas son extranjeras (medido en facturación), pero las locales representan la mitad en las primeras quince.
El informe menciona el programa SOFTEX (Sociedad para la promoción y excelencia del software), iniciado en 1993, que sostiene líneas de crédito de promoción, coordina polos de desarrollo con la participación de alrededor de mil empresas, y facilita acciones de promoción (incubadoras y desarrollo de emprendedores) en el interior de las universidades orientadas a la informática.
A 2005, las cifras, sin embargo, ponen a Argentina en primer lugar en la exportación de software y servicios vinculados. (180 millones de dólares de Argentina contra cien millones de Brasil). El objetivo estatal brasilero es llevar sus exportaciones a 2000 millones para el año próximo.
Visto en conjunto, el mercado latinoamericano aparece lejos de los principales competidores, aunque el informe muestra el esfuerzo de varios países por mejorar el posicionamiento (Argentina, Brasil, Chile, Uruguay).

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