martes, febrero 23, 2010

En la wiki de Plex: user interface gallery

Para usuarios de Plex: Se introdujeron algunos cambios a la galería de estilos de presentación de paneles que se publica en la Wiki. No está de más hacerle una visita, y comprobar las posibilidades existentes, y la variedad de patrones disponibles. Para verlos, ir a la página en la wiki.

martes, febrero 16, 2010

Una respuesta a Telefónica (y al ministro Sebastián)

El negocio debe ser muy interesante, para que un ministro salga dos veces a avalar una posición cuestionada generalizadamente. Más fuerte que hecharle un ojo al electorado, que no ha recibido con aplausos esta iniciativa. Basta con tomar los comentarios que acompañan cada noticia que toma la propuesta de Telefónica (1, 2, 3, 4). A modo de resúmen de muchas de estos cuestionamientos, transcribo una opinión relativamente externa (relativamente, ya que Telefónica es actor decisivo también en el mercado argentino, de donde es Mariano Amartino -Denken über-):
Personalmente creo que violar la neutralidad de la red es decretar el fin de Internet y pasar a un mundo cerrado pero la idea de Alierta de cobrarle a los buscadores por cada búsqueda es casi tan estúpida como pedir neutralidad de búsqueda. Porque no hacemos algo ¿que Telefónica demuestre su poder de fuego y le bloquee a todos sus usuarios el acceso a los servicios de Google, Yahoo y Microsoft durante un mes? ¿Quieren apostar que en menos de 24 horas empieza un éxodo masivo a otros ISPs?
Amartino viene a recordar que la autoridad de control y supervisión debiera estar más bien preocupada en la defensa del usuario final, el consumidor, y las pequeñas y medianas empresas, antes que del operador cuasi monopólico de su mercado.

El abogado del diablo

Por segunda vez en dos días, el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, salió en soporte de la proposición del presidente de Telefónica, para cobrar el tráfico a los buscadores. Primero durante la inauguración del Mobile World Congress de Barcelona, y luego al término de su comparecencia en la Comisión de Industria del Senado, en los dos casos considera que cobrarle a los buscadores "es una opción a discutir y barajar como posible". En El Economista, hoy:

El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, aseguró hoy que un eventual cobro de las operadoras de telecomunicaciones a los buscadores de Internet por el empleo de la Red "en absoluto" se trasladaría a los consumidores.

En declaraciones a los periodistas al término de su comparecencia en la Comisión de Industria del Senado, Sebastián insistió en que se trata de una "fórmula que habría que estudiar, y en un marco no sólo europeo sino incluso global".

"Es algo que tendrían que hacer todos los países y siempre defendiendo la neutralidad de Red, que es un principio que todos los países europeos adoptamos", sostuvo el ministro, quien garantizó que, "nunca" habría repercusión sobre los consumidores.

Notablemente, el ministro avala la proposición de cobrar un "derecho de aduana", mientras afirma que "la situación del mercado español es complicada como la de todos", [y que] "se resuelve con mayor competencia que es a lo que este Gobierno se dedica, favorecer la competencia para el mejor interés de los consumidores y las pymes". [recogido por El Economista en Barcelona]

domingo, febrero 14, 2010

Google en las telecomunicaciones (en El País)

A propósito de lo dicho antes, un buen artículo en El País, que relaciona la iniciativa de Google con las intenciones del gobierno estadounidense de promover la ampliación de la banda ancha nacional:
Las autoridades de EE UU ven bien la entrada de Google en el negocio de las telecomunicaciones. Según Julius Genachowski, máximo responsable del Comité Federal de las Telecomunicaciones (FCC en sus siglas en ingles), este ensayo de Google "será un test para una nueva generación de innovaciones, con aplicaciones y servicios de alta velocidad". Genachowski asegura que el Plan de Banda Ancha norteamericano prevé la participación de empresas privadas y facilidades para acelerar las inversiones en este sector, básico para crear empleo y mejorar la competitividad de la economía. Algunos analistas han empezado a hacer cálculos sobre el coste que supondrá para Google su proyecto de lanzar una red de alta velocidad en una zona de Estados Unidos. Las cifras van desde los 60 millones de dólares a 1,6 mil millones. Varios comentaristas recuerdan la necesidad que tiene Google de una conexión rápida a Internet para consolidar su apuesta por la computación en la nube, con los programas residentes en Internet y no en las máquinas de los clientes. El sistema operativo Chrome que lanzará este año está basado en este principio.

La asociación comercial Computer and Communications Industry ha destacado el compromiso de Google con la neutralidad de la Red. Google ya ha anunciado que su red estará abierta a terceros operadores. Éstos no han reaccionado al anuncio salvo Verizon, que lo considera "un nuevo párrafo" en la "excitante historia de Internet".

Google ha abierto un nuevo frente de negocio y entrará a competir directamente con las operadoras. En el blog corporativo, ha anunciado este miércoles "un experimento" para ofrecer conexión a una velocidad cien veces mayor que la media que ofrecen las operadoras en Estados Unidos. Afirma que en este ensayo ofrecerá conexión a un gigabit por segundo a través de fibra óptica. "Planeamos ofrecer el servicio, con precios competitivos, a un mínimo de 50.000 personas que pueden potencialmente llegar a ser medio millón".

Según Google, su objetivo es experimentar con nuevos caminos para un Internet mejor y más veloz para todos. En el texto afirma que ha urgido a las autoridades federales a contemplar nuevos métodos de conexión en el Plan Nacional de Ancho de Banda.

En el texto, Google asegura que este tipo de servicios permitirá a los desarrolladores pensar en otro tipo de aplicaciones que los internautas no pueden imaginarse ahora, unas verdaderas killer apps. Asegura que está ensayando nuevas maneras de desplegar fibra óptica y que su red será abierta a otros proveedores.

Se da la circunstancia de que esta semana, el presidente de Telefónica ha protagonizado una polémica al criticar el negocio de buscadores como Google basado en el empleo de infraestructuras ajenas. "Es evidente que los buscadores de Internet utilizan nuestra red sin pagar nada, lo cual es una suerte para ellos y una desgracia para nosotros. Pero también es evidente que esto no puede seguir. Las redes las ponemos nosotros; los sistemas los hacemos nosotros; el servicio posventa lo hacemos nosotros, lo hacemos todo. Esto va a cambiar, estoy convencido", dijo Alierta.

Hasta el 26 de marzo, Google aceptará recibir ofertas de posibles interesados, por ejemplo gobiernos locales, para albergar este experimento en su territorio.

En la explicación de este futuro con conexiones ultrarrápidas, Google describe los beneficios de la telemedicina en zonas rurales o de la enseñanza a distancia con material pedagógico en tres dimensiones.

Google ya tenía una línea abierta de experimentación en el terreno de los comunicaciones a través de wi-fi.

El texto del blog termina con un "stay tuned", un permanezcan conectados, atentos que seguro debe estar preocupando a las operadoras ya implantadas en Estados Unidos.

Ya hace tiempo que Google ha diversificado su negocio. La compañía del buscador más popular de Internet y que domina su mercado publicitario, ha entrado en el mundo de la telefonía. Primero con su sistema operativo para móviles, Android, y luego con su propio teléfono inteligente, Nexus One. En el planeta de los ordenadores, este año ha de lanzar su propio sistema operativo, Chrome, de igual nombre que el navegador que ya ofrece. Y hace unas semanas presentó una solicitud a las autoridades norteamericanas para entrar en el mercado de la energía eléctrica.

Google ha protagonizado varias iniciativas por mejorar la velocidad de Internet, básica para su negocio y para quienes alberguen proyectos que la demandan. Por ejemplo investiga y apoya un cambio en el protocolo de las direcciones de Internet para agilizar su tráfico. La solución consistiría en que si el internauta pide una página desde Nueva York, un servidor de Nueva York resuelva la petición. Y si lo hace desde París, se encargue de ello un servidor de la zona. Para ello, parte de la dirección IP del internauta solicitante debería incluirse en las peticiones enviadas a los servidores de nombres. Para salvaguardar la privacidad sólo se incluiría una parte de la dirección IP, la que bastara para localizar la petición y que asumiera el encargo el servidor más próximo y así distribuir la carga de tráfico en la Red.

En diciembre abrió un servicio ya existente desde otras compañías, google.gl, que abrevia la extensión de las direcciones de Internet.

Precisamente ayer, Eric Schmidt, el máximo responsable de la compañía, publicaba un artículo en el Washington Post sobre los déficits de innovación de Estados Unidos y una de las políticas que recomendaba era un acceso más amplio a la banda ancha. Según Schmidt, la banda ancha promueve nuevos trabajos y nuevos negocios y considera crítico que el Gobierno apoye su despliegue.

¿Y aquí qué haremos? ¿Competencia e innovación, o estanco y monopolio?

Telcos vs punto com, cuarta parte (y probablemente no última...)

El miércoles pasado, sin relación pero muy oportunamente, Google ha dado un nuevo giro a las aspiraciones locales de Telefónica, de cobrar peaje por su transporte de Internet. Tal día, Google anunció oficialmente su intención de entrar al negocio de la provisión de servicio de banda ancha, de manera muy ambiciosa: ofrecería un servicio de alta velocidad experimentalmente, a un máximo de medio millón de usuarios, por un precio competitivo. Quizá realmente Telefónica esté pensando ahora que no fue un buen momento para salir a reclamar una tajada del negocio. Y quiza sea el momento de comenzar a hacer lobby para restringir la competencia de nuevos operadores de comunicaciones...
Qué dice el anuncio de Google:
[...] We're planning to build and test ultra high-speed broadband networks in a small number of trial locations across the United States. We'll deliver Internet speeds more than 100 times faster than what most Americans have access to today with 1 gigabit per second, fiber-to-the-home connections. We plan to offer service at a competitive price to at least 50,000 and potentially up to 500,000 people.
Our goal is to experiment with new ways to help make Internet access better and faster for everyone. Here are some specific things that we have in mind:
  • Next generation apps: We want to see what developers and users can do with ultra high-speeds, whether it's creating new bandwidth-intensive "killer apps" and services, or other uses we can't yet imagine.
  • New deployment techniques: We'll test new ways to build fiber networks, and to help inform and support deployments elsewhere, we'll share key lessons learned with the world.
  • Openness and choice: We'll operate an "open access" network, giving users the choice of multiple service providers. And consistent with our past advocacy, we'll manage our network in an open, non-discriminatory and transparent way.
Like our WiFi network in Mountain View, the purpose of this project is to experiment and learn. Network providers are making real progress to expand and improve high-speed Internet access, but there's still more to be done. We don't think we have all the answers – but through our trial, we hope to make a meaningful contribution to the shared goal of delivering faster and better Internet for everyone.
Frente a un modelo monopolístico de hacer negocios, tacaño con la innovación, sordo al cliente, pudiera ser que apareciera y creciera otro distinto y más conveniente al usuario final. El tiempo dirá...

miércoles, febrero 10, 2010

Telcos vs punto com, tercera parte

Tomàs Delclós publicó ayer nueve de febrero en El País, una nota a propósito de las declaraciones de Cesar Alierta, de Telefónica, sobre su propósito de obtener beneficios del tráfico de los buscadores y otros negocios que manejan un alto volúmen de transacciones y paralelos beneficios. Su análisis deja abiertas las conclusiones, aunque en general los lectores que replican, no. Sin embargo, la nota tiene el valor de plantear razonablemente el problema, y presentar las distintas possciones actuales sobre ésto. Sigue la nota, destacando en color lo que parece de particular interés:
¿Las operadoras telefónicas que cobran por dar acceso a Internet y soportan su tráfico pueden discriminar con velocidades o tarifas distintas según el servicio que se ofrezca por terceros? ¿Los sitios comerciales que generan un gran volumen de visitas han de pagar más por el empleo de estas infraestructuras? Éste es el debate que se vive desde hace años en Internet. Una polémica sobre la llamada neutralidad de la Red que, a grandes trazos, enfrenta a las operadoras y a los ofertantes de servicios y contenidos comerciales de éxito, con el apoyo de los consumidores. Un debate con pequeñas y grandes frases, maniobras de grupos de presión, reivindicaciones ciudadanas... Estados Unidos lo está viviendo estos últimos meses con grandes pronunciamientos. En España reaparece episódicamente en foros académicos y de activistas de la Red, pero muy a menudo como un argumento añadido en otra pelea, ésta sí muy vistosa: el derecho, o no, a cortar el acceso a descargas.

Sin embargo, el viernes pasado, el presidente de Telefónica, César Alierta, lo ha colocado en primer plano con un aviso contundente. "Es evidente que los buscadores de Internet utilizan nuestra red sin pagar nada, lo cual es una suerte para ellos y una desgracia para nosotros. Pero también es evidente que esto no puede seguir. Las redes las ponemos nosotros; los sistemas los hacemos nosotros; el servicio posventa lo hacemos nosotros, lo hacemos todo. Esto va a cambiar, estoy convencido". Anoche, al cierre de esta edición, el primer aludido, Google, no se había pronunciado. Los directivos de la compañía en España han tenido una reunión este fin de semana para analizar el aviso de Alierta, pero, de momento, la réplica oficial no ha llegado. *

Ni tan siquiera los padres de la criatura mantienen posiciones unánimes en el debate. Vinton Cerf, coinventor del protocolo de Internet, considera que la Red fue diseñada sin guardianes sobre contenidos o servicios y no debe haberlos. Sin embargo, su colega Robert Kahn defendió en 2007 que si la meta es animar a la gente a construir nuevas capacidades, "quienes lideren aquello probablemente van a hacerlo solamente en su propia red al comienzo y no sucederá lo mismo en la red de otros".

El profesor de Derecho de ESADE Amadeu Abril, que perteneció al comité directivo de ICANN (sociedad que gestiona los dominios en Internet), considera que "el tráfico no lo genera Google, sino los clientes de las operadoras que acuden a Google", y que la ocupación de banda ancha es mayor en el intercambio de archivos P2P que en la consulta a un buscador. Para Abril, si Telefónica cortase el acceso a un buscador o priorizase el tráfico de otros para forzar un acuerdo podría estar incumpliendo la Ley General de Telecomunicaciones. "Telefónica tiene una evidente posición dominante y, además, ofrece servicios similares a Google como correo electrónico o agregación de noticias. Creo que en este caso, las autoridades de la competencia actuarían con fuerza".

No coincide esta postura con la del catedrático de la Politécnica de Madrid Jorge Pérez, coordinador del foro de la gobernanza de Internet en España. "El crecimiento de Internet ha dado dos modelos de negocio distintos: los que administran contenidos y los operadores, cuya red utilizan aquéllos. Eso genera un conflicto básico, porque los operadores han de invertir en infraestructura y los beneficiarios de esta mejora son los primeros". Pérez está convencido de que el debate concluirá con algún tipo de acuerdo que supondrá la financiación de infraestructuras por parte de Google, Microsoft, Yahoo!... "El problema es que no se sabe cómo". Y, anticipa Pérez, no será un acuerdo impuesto por reguladores. Lo que sucede, a juicio de Pérez, es que en Europa el debate sobre un Internet abierto se ve desde una óptica distinta que en EE UU porque Europa, con potentes operadores, carece de una industria fuerte en el área de los servicios en Internet.

En EE UU, tanto el presidente Obama como su contrincante republicano en las últimas elecciones presidenciales, John McCain, se han pronunciado sobre este asunto. Obama se postula a favor de la neutralidad de los operadores. Lo ha hecho recientemente en un debate en YouTube. McCain, desde el Senado, ha presentado una brevísima proposición que exige a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC en sus siglas en inglés) que se abstenga de promulgar reglamentos sobre Internet y los servicios basados en su protocolo. Se trata, desde el liberalismo rampante, de evitar cualquier intromisión estatal en Internet.

Aunque Obama se ha mostrado un ferviente defensor de la neutralidad de la Red, las reglas propuestas por la FCC en el último trimestre del año pasado admiten algunas notables excepciones. Por ejemplo, las operadoras podrán discriminar el tráfico para descongestionar la Red, contener la circulación de productos hostiles (como los virus o el spam), combatir el contenido ilegal como la pedofilia o las infracciones de los derechos de autor y por cualquier otro motivo necesario para "una gestión razonable de la Red".

El año pasado, tanto importantes empresas de servicios en Internet como operadoras hicieron llegar claramente sus puntos de vista a las autoridades norteamericanas. En octubre, los máximos directivos de compañías como Google, eBay, Amazon, Craiglist, Flickr o Facebook enviaron una carta a las autoridades reguladoras en la que defendían un acceso a Internet sin discriminación. Argumentaban que ello permite competir en la Red tanto a la gran compañía, que podría pagar un servicio premium, como al pequeño innovador, sin dinero para hacerlo. Estas empresas están organizadas en la Open Internet Coalition. La suya no fue la primera carta remitida a la FCC. Una semana antes, 44 compañías dedicadas a las telecomunicaciones y tecnología de redes, como Cisco, Motorola, Nokia o Alcatel habían remitido la suya. La carta sostenía que imponer la neutralidad en la Red puede impedir a los suministradores de banda ancha invertir en ofertas avanzadas porque se les negaría una fórmula comercial para rentabilizarla.

En EE UU ya se han producido varias disputas entre proveedores de contenidos y operadoras. En 2008, Comcast fue advertida por las autoridades de aquel país para que dejara de castigar el tráfico generado por las redes de intercambio P2P. Pero el caso más llamativo es la pugna abierta entre Google y la operadora ATT en octubre de 2009. Google, paladín de la neutralidad, contradijo sus principios, a juicio de ATT, cuando cortó las llamadas gratuitas a ciertos destinos rurales de EE UU a través de su servicio Google Voice por el coste que le suponían. ATT, en su denuncia, sostenía que si las operadoras tienen la obligación de encaminar todas las llamadas cualquiera que sea su destino, Google debía estar sometida a la misma obligación. La empresa del buscador alegaba que era un servicio de Internet y no de operadora.

En el Reino Unido, el pasado junio, la BBC denunció que BT rebajaba la velocidad de visionado de los vídeos que ofrecía el canal de televisión en Internet. BT alegó que manejaba el ancho de banda disponible para "optimizar la experiencia de todos los clientes".

En Europa, la neutralidad de la Red ocupó a los parlamentarios de la UE los pasados octubre y noviembre de forma colateral cuando se discutía un paquete de medidas sobre las telecomunicaciones. Aunque el foco de uno de los debates estuvo puesto en el control de las descargas, en el trámite del citado paquete se redactó una enmienda, la 138, que los internautas blandían como un claro pronunciamiento a favor de la neutralidad. En la misma se decía que no se podía imponer ninguna restricción a los derechos y libertades de los internautas sin intervención judicial. La enmienda decayó y fue sustituida por un texto menos contundente. Con todo, la comisaria encargada de la sociedad digital, Neelie Kroes, se ha manifestado en favor de la neutralidad de la Red.

En España, también a la sombra del debate sobre la regulación de las descargas, han reaparecido proclamas por la neutralidad. En un manifiesto de profesionales y creadores en Internet publicado en diciembre, su octavo punto exigía que "el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red". Las declaraciones de Alierta han despertado una gran polémica en Internet. Fran, en un mensaje en ELPAÍS.com, aseguraba que es un error decir que la información está en la Red y la Red es de las operadoras. Los buscadores despliegan enormes servidores para gestionar las consultas. "Es como si abres un restaurante en la sierra y tienes que pagar el peaje de la autopista que usan los clientes para llegar".

Esta opinión en los foros no es compartida por algún analista como, por ejemplo, Alberto Bellé, de IDC. "Este debate está muy vivo en los países nórdicos y no se le ha ocurrido a Alierta. Es un problema entendible de los operadores que deben invertir en infraestructuras cuyo mayor provecho lo obtienen proveedores de servicios con un determinado modelo de negocio. El dilema para los operadores es hacer pagar esta inversión al ciudadano que accede a Internet o al proveedor de contenidos que los oferta a través de él. Si no se aclara el debate, acabaremos pagando más los usuarios".

Víctor Domingo, de la Asociación de Internautas, por el contrario, no comprende la postura de Alierta en un país "donde tenemos una de las ADSL más caras y lentas de Europa y por parte de una empresa con obvios beneficios". Domingo duda de que una política comercial de discriminación en el acceso a Internet sea moral o jurídicamente viable. "Ya pagamos a las operadoras para acceder a la Red", concluye.

Estas comparaciones ya han circulado abundantemente en estos días, pero quiero proponer dos: que las empresas que administren autovías de peaje le exijan a las compañías de transporte que tengan mayor valor agregado de carga, un porcentaje de sus beneficios. Por el lado contrario, propondría que las compañías de comunicaciones pusieran su parte de las pérdidas de las punto com cuando los negocios vayan mal, por caso, durante la crisis de comienzo de siglo.
La nota fue reproducida también en La Nación, de Argentina.

martes, febrero 09, 2010

Telcos vs punto com, segunda parte

El Confidencial, con la firma de RJ Lapetra, publica un artículo sobre la posición comercial y financiera de las grandes firmas tecnológicas, que enlaza deliberadamente con las palabras de César Alierta, presidente de Telefónica.
Los llamados gigantes tecnológicos son 'empresas hormiga' en un mundo de cigarras. Tienen caja frente a deudas, en un escenario de desapalancamiento (desendeudamiento) global de empresas y particulares.

Las diez mayores compañías de los negocios vinculados a internet (redes, software y buscadores) acumularon al cierre de 2009 una posición de caja de 146.500 millones de dólares, dinero equivalente como para comprar dos Telefónicas, dos Banco Santander o casi la mitad del Ibex 35 sin pedir ni un sólo duro al banco.

Azotadas por el síndrome del humo puntocom (entre los años 90 y 00), el mundo tecnológico se enfocó en generar resultados y, a la postre, que están amasando auténticas fortunas en caja o activos convertibles en efectivo que comienzan a desbordarse de su cuenta de resultados.

Y los expertos creen que seguirán acumulando caja hasta repartir algún dividendo extraordinario o protagonizar una gran operación corporativa. En el pasado, Microsoft ha marcado el rumbo en los dos sentidos. En noviembre de 2004, la compañía que entonces presidía Bill Gates repartió la friolera de 32.000 millones de dólares entre sus accionistas en forma de dividendo, ante la ausencia, según justificó entonces el empresa, de alternativas de inversión rentables.

Aquel dividendo provocó incluso un empujón estadístico en los datos de PIB del cuarto trimestre de aquel año de EEUU. Hoy, si las 10 mayores empresas tecnológicas repartiesen entre sus dueños todo ese dinero (146.000 millones) se produciría una inyección equivalente al 1% del PIB del país, directamente al bolsillo del ahorrador que tenga acciones de estas empresas.


Las megacajas tecnológicas
(tesorería en millones de dólares a cierre de 2009, fuente Bloomberg)

1 Microsoft 30.100
2 Apple 24.800
3 Cisco 24.480
4 Google 24.500
5 Qualcom 12.200
6 Dell 9.300
7 Amazon 6.300
8 Oracle 6.000
9 eBay 4.900
10 Yahoo! 3.800

Las cifras en que se mueven estas compañías comienzan a calificarse como "planetarias", precisamente, porque sus negocios se extienden por todos los países del planeta. "Tienen muchísimas menos barreras de entrada [que industrias tradicionales]", explicaron recientemente fuentes del sector. Sólo la suma de ingresos de Microsoft, Oracle, IBM, Google y Apple se elevará en 2009 por encima de los 240.000 millones de dólares con un beneficio neto superior a los 40.000 millones. Unos resultados que han atraído a otras empresas y lobbies para reclamar parte del negocio.

Lo hizo este fin de semana el propio presidente Telefónica, César Alierta, señalando que la operadora estaría estudiando pedir a los buscadores un tasa por el uso de sus redes de telecomunicaciones. También han hecho lo propio las empresas de contenidos, que reclaman otra tasa por la explotación comercial de su producto. Los últimos en apuntarse han sido algunos gobiernos, que observan indicios de que "están pagando pocos impuestos", según fuentes del sector, debido a que cuentan sólo una residencia comercial en países fuera de EEUU y operan desde una sola sede fiscal para un amplio territorio multinacional.
Sigo sin entender el argumento. En todo caso, si alguien debiera reclamar, si corresponde, es el estado correspondiente al lugar donde se facture. Mucho se ha dicho ya sobre la borrosa definición de los negocios en la red, en cuanto a radicación impositiva y litigamiento en caso de conflictos. Sin embargo, lo que especialmente salta a la vista es que las tecnológicas han encontrado una manera rentable de hacer negocios, y sus asociados comerciales parecen seguir apegados a un viejo estilo, patentemente en el caso del manejo de derechos de autor. Veremos cómo continúa.

domingo, febrero 07, 2010

Tráfico en Internet: Telefónica quiere doblar sus ganancias


Publicado por EITB y recogido por El País, Cesar Alierta, presidente de Telefónica, declaró en Bilbao que "se va a terminar" el hecho de que Google, Microsoft, Yahoo y muchos otros hagan negocios usando su transporte; que ahora tendrán que pagar. Veremos lo que los abogados piensen, pero en principio parece una gran innovación del negocio de las telecomunicaciones: cobrar un derecho de pernada por los buenos negocios que obtengan sus clientes que ya pagaron por el servicio. El carácter cuasi monopólico del servicio de Telefónica en España empuja un poco más en un modelo de negocios cerrado y discrecional que debe terminarse. Quizá justamente estos exabruptos ayuden a que se ensanche la competencia. Quizá Telefónica esté jugando con fuego, y sus pretensiones se le vuelvan en contra.
Qué dice El País:
Google, Microsoft o Yahoo "utilizan las redes de Telefónica sin pagar nada, lo cual es una suerte para ellos y una desgracia para nosotros. Pero eso no va a poder seguir, es evidente". En estos términos se ha referido en Bilbao el presidente de Telefónica, César Alierta, que este viernes lanzaba un claro aviso a los buscadores: "Las redes las ponemos nosotros, el peering lo hacemos nosotros, los sistemas los hacemos nosotros, el customer care lo hacemos nosotros, el servicio post-venta lo hacemos nosotros, el servicio de instalación lo hacemos nosotros... lo hacemos todo. Quiero decir, ellos tienen algoritmos y contenidos..."

Sus declaraciones ya han encontrado eco en varios blogs y plataformas como Twitter o Menéame, donde los usuarios entienden la nueva "estrategia" de Telefónica como un modo de comenzar a cobrar por partida doble. "Es como si Fenosa o Endesa le cobrara a los fabricantes de electrodomésticos por usar la red electrica", sentencian.

Del cloud computing, la tendencia a basar las aplicaciones en servicios alojados de forma externa, Alierta se ha expresado en la misma línea: "La inteligencia está en la red, y las redes son nuestras". Algo parecido ocurre, en su opinión, con el denominado "fenómeno del garaje": "una oportunidad que se ha abierto para todos los chicos y chicas listas que hay en el mundo de generar aplicaciones y servicios a través de nuestras plataformas".

Sin embargo, más ilustrativo todavía es escuchar directamente a Alierta.
La foto, en EITB y El País.