martes, enero 01, 2008

La industria del software en España

Esta es una nota que tiene un retraso de medio mes, aunque lateralmente otras dos o tres anteriores están relacionadas, y que tiene que ver con la industria del software en España. El motivo, un post en Barrapunto, a propósito de la presentación de un libro sobre fábricas de software, que provocó una de las frecuentes polémicas de la comunidad española. La discusión pone sobre la mesa un fenómeno ya comentado: el carácter de las empresas de software del país, con pocas que se destaquen en el mercado europeo en el desarrollo de software, y reiteradas quejas de su fuerza laboral en cuanto a condiciones y modalidades de trabajo. Creo que estas dos características no se presentan simultáneamente por casualidad, y que una tiene que ver con la otra. En mi corta experiencia en España, me sorprende observar la fuerza que tiene la tercerización de las actividades de construcción de software en el país, y la rotación de las personas, con contratos usualmente por proyecto. Volviendo siempre a los viejos maestros japoneses, unas palabras de Ishikawa:
"En los Estados Unidos y Europa Occidental el índice de cambio o rotación de empleados es muy alto (...) En una situación laboral así, resulta imposible que haya eficiencia y calidad. (...) La modalidad de contratación en el Japón es familiar y en muchos casos vitalicia. Si la fábrica es bien manejada, los empleados rara vez se van a otra. Las empresas japonesas hacen hincapié en la educación y capacitación (...) Si los empleados son bien educados y capacitados, esto beneficia inmensamente tanto al individuo como a la empresa"

(en ¿Qué es el control total de calidad?, Cap 2)
Una alta rotación no sólo debilita el conocimiento del software en construcción, sino que implica baja adhesión con los objetivos de construcción. El uso de fábricas de software no es contradictorio con este concepto: para que una fábrica funcione, debe haber continuidad y cohesión de los dos lados, quien solicita un proyecto, y quien lo construye, y cada una de las dos partes debe cuidar su fuerza de trabajo. Hechar mano a una fábrica de software es una cuestión de escala, pero quien pide debe saber qué quiere, y cómo verificarlo.
Sin embargo, junto a un fenómeno de commoditización de la fuerza laboral, es necesario volver a destacar otro fenómeno soterrado que existe en España: una valiosa cantera de profesionales, investigadores y docentes, de excelente calidad, que están dando lugar a múltiples pequeños emprendimientos, innovadores y con probable venturoso futuro. En la misma discusión de Barrapunto, algunos de estos elementos aparecen presentes.

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