sábado, octubre 06, 2007

Puntos débiles en las universidades chilenas

Un estudio chileno pone el acento sobre puntos débiles de los egresados de sus universidades tecnológicas. El estudio fue preparado por el Instituto Profesional AIEP de la Universidad Andrés Bello, y recogido por Guía Senior. No dispongo de otros elementos que el breve comunicado de AIEP, y el comentario algo más amplio de Guía Senior, tomado de El Mercurio. En el Blog de El Mercurio, al menos, la misma nota da lugar a respuestas de lectores. Lo esencial:
Falta de competencias orientadas al negocio, liderazgo y comunicación; malas prácticas de programación, mal manejo del inglés y limitada capacidad de auto-estudio, fueron algunas de las falencias detectadas en una encuesta que el Instituto Profesional AIEP, aplicó a 25 empresas de tecnología y que evaluó en un desayuno junto a la Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de Información (ACTI) y ejecutivos de empresas de este rubro.
(...)La consulta también reveló que no se conocen los fundamentos de análisis y diseño del desarrollo de software, y que faltan de conocimientos de calidad. Los ejecutivos de empresas TIC chilenas reconocieron que estas falencias son reales, ya que si bien los egresados están preparados técnicamente, pocos cuentan con las llamadas “competencias blandas”, como por ejemplo, el sentido de liderazgo, la capacidad de coordinar equipos de trabajo, y el manejo del concepto de la innovación y creatividad.
El problema existe. Lo he visto personalmente. Debe quedar en claro que las universidades cumplen un papel importante en Chile, y que son proporcionalmente numerosos sus estudiantes y profesionales formados, que, por lo demás, son competentes en su área; es decir, son instruídos en aquello para lo que se preparan, y apropian conocimientos. Pero sin embargo, ese conocimiento parece muy acotado a su especialidad. Más aún es visible el escaso uso del inglés (no hablemos del alemán o el francés, u otros), y la disposición para asumir liderazgo. Esto último está hondamente vinculado con el estilo gerencial, acostumbrado al verticalismo y la obediencia. Alguna vez he mencionado la propagación de este estilo hacia abajo, a la relación entre la empresa y el cliente. Es positivo que este tipo de trabajos colabore en explicitar estos limitantes nacionales.

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