miércoles, noviembre 26, 2008

Informática y regulaciones, última parte (por ahora)

En Información, diario de Alicante, Guillermo Bernabeu Pastor, ex Vicerrector de la Universidad de Alicante, se refiere a la supuesta desaparición de las carreras informáticas. Reproduzco en general su nota, en la medida que puede servir de cierre al asunto, al menos en lo que hasta ahora está en discusión.
¿Van a desaparecer los títulos de Informática?
Rotundamente no. Durante los últimos días se han difundido mensajes que iban en ese sentido, acompañados de otros cuestionando la viabilidad de los estudios de Informática y augurando la desaparición de la profesión. Un poco de sentido común, flaco favor se está haciendo a los estudios de Informática. Quienes así actúan infligen un grave daño a los estudiantes, titulados y profesionales de la Informática. Sinceramente, con el ánimo de movilizar a un colectivo que merece todos los respetos, se les ha ido la mano. ¿Es que acaso todos los profesionales que gozan del reconocimiento y prestigio social van a dejar de ejercer su profesión? Lo grave es que estas informaciones proceden de algunos colegios profesionales de ingenieros informáticos de ámbito autonómico que deberían tener un mayor grado de responsabilidad social.
Pero hemos de diferenciar estas posiciones de aquellas que provienen de estudiantes que legítimamente manifiestan su preocupación suscitada por el hecho de ver cómo conocimientos y contenidos que consideran que forman parte del campo de la Informática aparecen en las fichas que se establecen en otros títulos que conducen a profesiones reguladas.
Espero contribuir a aclarar algunas cuestiones sobre el tema. En primer lugar, la reforma de los estudios universitarios se lleva a cabo de acuerdo con los nuevos desarrollos normativos que suponen una nueva concepción de las enseñanzas universitarias, en la que los títulos son diseñados y propuestos por las universidades, son verificados por el Consejo de Universidades y autorizados por la correspondiente Comunidad Autónoma. Cumplidos estos pasos, el Gobierno establece el carácter oficial del título y ordena su inscripción en el Registro de Universidades, Centros y Títulos.
Sin duda, esta reforma tiene como objetivo una organización más acorde con la realidad de las enseñanzas universitarias en España y en el resto de Europa. Se refuerza la autonomía de las universidades que pasan a tener la capacidad de proponer los títulos y los correspondientes planes de estudio, de acuerdo con sus fortalezas y oportunidades, con rigor y responsabilidad, permitiéndoles diseñar los planes de estudio de cada título teniendo en cuenta las demandas sociales y con sujeción a criterios de calidad que redunden en el prestigio de las enseñanzas que se ofrecen.
Las universidades más prestigiosas del mundo desarrollan sus actividades en entornos donde la autonomía universitaria es un elemento fundamental. Eso explica por qué en el campo de la Informática surgen títulos con nombres y planes de estudio en los que la diversidad es una característica.
¿Dónde está el problema? La reforma no establece ni pretende la intervención del Ministerio de Innovación y Ciencia, en la regulación de profesiones y sólo cuando se trate de títulos que habiliten para el ejercicio de actividades profesionales reguladas en España, el Gobierno establece las condiciones y el Ministerio de Innovación y Ciencia los contenidos a que deben adecuarse tan sólo en el caso de aquellos planes de estudios que conduzcan a títulos que habiliten para el ejercicio de actividades profesionales actualmente reguladas en España. Esas condiciones son las «famosas fichas» tan citadas estos días. Los títulos de Informática y de otras ingenierías no han estado nunca vinculados a profesiones reguladas y por eso no se han elaborado las fichas. La regulación de profesiones no es competencia del Ministerio de Ciencia e Innovación y se debe llevar a cabo mediante norma con rango de ley tal y como establece la Constitución en su artículo 36.
La reforma se enmarca en el ámbito académico del diseño de los títulos de grado, máster universitario y doctor, y no el profesional. Los nuevos estudios de grado en Informática ya se imparten en algunas universidades de España.
Pero no puedo compartir las afirmaciones apocalípticas de algunos sectores que vaticinan la desaparición de los títulos de Informática porque van a perder validez, ¡no sólo en España, también en Europa! La situación de la Informática en Europa está basada en la autonomía para que las universidades puedan ofrecer títulos y planes de estudio desde una diversidad y flexibilidad amplísima, como corresponde al campo de la Informática. A quienes tengan interés les invito a visitar las páginas web informativas de las universidades más prestigiosas del mundo, seguramente se llevarán una sorpresa sobre la diversidad de títulos a los que anteriormente me refería.
Como he dicho, comprendo la preocupación de los estudiantes de Informática y estoy seguro de que el Gobierno de España dará respuesta a los problemas planteados. El pasado miércoles, 12 de noviembre, el Senado aprobó por unanimidad una moción que abre el camino a una solución por la que el Gobierno trabajará por incorporar las titulaciones del ámbito de la Ingeniería Informática en la discusión del conjunto de ingenierías así como por definir soluciones transitorias para que la Ingeniería Informática tenga el mismo trato que el resto de ingenierías hasta el desarrollo legislativo de la transposición de la Directiva Europea de Servicios.
A las universidades se les ha dotado de una amplia autonomía para proponer títulos y planes de estudio, hemos de estar todos a la altura del reto que esto supone, profesores, estudiantes, personal de administración y servicios, responsables académicos, etcétera, sin olvidar que hemos de rendir cuentas a la sociedad, hemos de evitar la tentación de actuar en clave interna, nos equivocaríamos gravemente.
Es decir, al menos podemos despejar un aspecto: en el ámbito académico no existen problemas, sino más probablemente ventajas.
En cuanto al aspecto profesional, no discutido aquí mayormente por el autor, el problema se amortigua con las nuevas propuestas de igualación, aunque no contesta a la descabellada idea de regular actividades informáticas desde el área de Telecomunicaciones.
Bernabeu Pastor termina su artículo entrando en polémica sobre la disponibilidad de fondos para la Universidad en la Comunidad Valenciana. Quien lo desee puede leer sus palabras, pero prefiero separar el tema, para no entrar en un área donde las acusaciones no terminarán nunca, considerando su pertenencia al PSOE.

"Guillermo Bernabeu Pastor es ex vicerrector de la Universidad de Alicante. Miembro de la Comisión de Ciencia e Innovación del Congreso de los Diputados y diputado del PSOE al Congreso por Alicante"

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