Quisiera apuntar dos comentarios; uno, de Manuel de la Villa, que afirma que
No se puede hablar sobre la bondad de las ayudas públicas como reactivador económico y, a la vez, disminuir la inversión en el motor económico de los países más desarrollados, la innovación. En España, dado el escaso potencial y capacidad de las empresas en la actualidad para invertir en I+D, es el estado el que debe corregir ese desequilibrio. Hace 20 años las empresas extranjeras invertían en España por su situación en Europa y por lo barato de la mano de obra. Ahora que no estamos tan bien ubicados (pues países cercanos ofrecen una mano de obra más barata, como el norte de África) nuestro factor diferencial debe ser nuestra preparación, actitud y aptitud.Manuel recopila a su vez, lo que dicen otros, entre ellos Esther Samper:
El otro comentario proviene de la Conferencia de Rectores, y converge al mismo reclamo. Leído en El Confidencial:Pese a que en España sólo se destina el 1,27% del PIB a I+D (la media europea es superior al 2%), se anuncian fuertes recortes (15%) en los presupuestos del 2010 para la financiación de la ciencia. ¿Es la salida a la crisis volver por dónde hemos venido?
[…] Ahora sería el mejor momento para reforzar nuestra economía, volverla más sólida, menos centrada en el ladrillo (39% del PIB) y en el turismo (10% del PIB), que no duran siempre, y más en otras áreas que llevaran no sólo a un desarrollo económico a largo plazo sino también a un aumento de la calidad de vida y el bienestar de la sociedad. Apostar por la ciencia, la innovación y el desarrollo es apostar por esta última opción. Por un modelo de desarrollo económico a largo plazo donde toda la sociedad (y no sólo unos pocos) termina beneficiándose de éste.Sin embargo, en lugar de enmendar los errores, se está optando por cerrar el círculo para terminar en donde habíamos empezado. Mientras los bancos y el sector inmobiliario (los principales causantes de este descalabro) reciben suculentas ayudas para alejarlas de su agonía, la ciencia ve recortada sus presupuestos. De convertirse en una solución pasará (si nadie lo evita y los presupuestos se aprueban) a ser una víctima más de esta crisis. Inicialmente, se anunciaron recortes de hasta el 37% en I+D pero, ante la alarma producida en la comunidad científica, se ha planteado finalmente como un recorte general del 15%. Este recorte será aún más sangrante en los organismos de investigación sanitaria con un 25%.
El presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), Federico Gutiérrez Solana, ha asegurado que "no se puede permitir ni un sólo euro de reducción ni en educación ni en investigación si se quiere apostar por un nuevo modelo de sociedad para el futuro".En fin, encontrándonos en la meseta de una crisis que debiera ser una bisagra, quedándo expuestos los puntos débiles de una concepción económica y social; unos puntos débiles que apuntan al sostén económico en actividades de escaso valor agregado, que condenan a España a una recuperación lenta y difícil, no es posible que su clase dirigente se conforme con un futuro de factoría. Es en la investigación científica, la innovación y la apuesta por los emprendedores, donde España encontrará su mejor futuro.
Gutiérrez ha explicado hoy en rueda de prensa que desde las universidades se está haciendo "una apuesta fuerte por la investigación, el desarrollo y la innovación, que tiene que ser absoluta porque en la educación está la clave de futuro de la sociedad".
Los rectores consideran que "la respuesta en los presupuestos no es satisfactoria" y que las administraciones regionales de las que dependen directamente las universidades públicas "también se están viendo en una situación complicada desde el punto de vista presupuestario". "Si cada vez que en el discurso político se habla de inversión en investigación se pusiera un euro, tendríamos una política de I+D+i milmillonaria", ha añadido el rector de la Universidad Politécnica de Valencia, Juan Francisco Juliá.
La rectora de la Universidad de Illes Balears, Monserrat Casa, ha resaltado que "la universidad española ha hecho mucho con muy poco dinero, solo hay que comparar la financiación que tienen algunas universidades de este país que es inferior a 5.000 euros por alumno con la media europea que se sitúa en torno a los 16.000 euros". Gutiérrez ha insistido en que "lo importante de cara al futuro es que la profesión del investigador sea reconocido por la sociedad como el origen de toda su riqueza" y que "hay universidades en las que al menos se generan tantos puestos de trabajo como los investigadores activos que hay".
Monserrat Casas ha subrayado que la universidad obtiene financiación según el número de alumnos y el único dinero que se reinvierte en investigación es el que ésta misma genera, por lo que "el investigador tiene que preocuparse también de encontrar fondos".
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