martes, septiembre 12, 2006

Tres años en Chile: segunda parte

Quisiera completar la nota anterior de mi paso por Chile con otros dos o tres aspectos destacables, por su lado positivo y negativo cuando corresponda.
  • Políticas de vivienda y urbanización. Claramente visibles, existen dos grandes etapas: las políticas (o inexistencia de políticas) de urbanización de vieja data, y los más o menos nuevos emprendimientos, crecientemente racionales: Cualquier ciudad tiene áreas antiguas de construcción desordenada, en muchos casos muy primaria. Existe una frontera temporal de pocas décadas, en que la construcción pasó a ser manejada con parámetros urbanistas, de menor a mayor: las más antiguas, elementales y algo precarias. Las más recientes, más robustas, confortables, y, especialmente, con sus servicios urbanos ya establecidos. Actualmente, no es común que una vivienda sea construída como un emprendimiento individual, sino que es un conjunto habitacional de decenas o cientos de viviendas, con sus servicios en general listos. En general, encaradas por constructoras privadas, en el marco de un sistema de asignación de viviendas por el que toda familia chilena tiene asegurada una casa en su vida. El ahorro para la vivienda, y la adjudicación por sorteo con el agregado de un subsidio, son uno de los aspectos que abarca al conjunto de la sociedad. Un estudio de este sistema se puede encontrar en el escrito de Arturo Orellana Ossandon, para la Universidad de Barcelona. Además de este sistema universal de obtención de vivienda, las clases más humildes disponen del plan llamado "un techo para Chile", auspiciado por el voluntariado de la Iglesia Católica. La vivienda se paga en créditos de hasta treinta años, que representan una carga constante sobre las familias, ya que los saldos se ajustan en Unidades de Fomento (UF), un valor variable, pero que han significado un gran factor de estabilidad. La construcción basada en proyectos colectivos ha significado secundariamente una mejor capacidad de resistencia sísmica, en un país de alto riesgo de temblores. El terremoto de grado 7 de Antofagasta en 1995 fue un ejemplo: el daño producido fue muy bajo, fundamentalmente en construcciones antiguas de adobe.
  • Actuación conjunta de Estado, Empresa y Universidades. Así como en otras áreas, existe una colaboración deliberada y sistemática entre estos tres factores. Debiera anotar además que la colaboración entre Estado y Empresa no comienza en la Universidad, sino antes, ya que también los estudiantes de último curso de escuela media suelen hacer una práctica de su especialidad en las empresas. Tuve ocasión de tener a mi cargo dos estudiantes, uno de escuela media, y otro de la Universidad en distintos momentos, y mi mayor sorpresa fue el seguimiento que el tutor del alumno de media hizo de él, tomándose el trabajo de visitar la gerencia de Recursos Humanos ante un informe negativo (no mío) en un momento. Es de destacar que es usual que la práctica, que puede abarcar varios meses y recibe un pago simbólico, acaba en un informe de la persona con la que trabajó, que evalúa distintos parámetros de rendimiento. Esta práctica generalizada le da a los estudiantes una visión temprana del mundo laboral, y aporta, especialmente en el caso de los casi egresados universitarios, nuevas ideas a la empresa. Usualmente, un buen estudiante termina optado, mas tarde o más temprano, a la empresa donde hizo su práctica.
  • Dentro de ésta colaboración, un aspecto de crecimiento para las empresas lo ha significado la promoción de la capacitación del personal de las empresas: existe un sistema supervisado por el SENCE (Servicio Nacional de Capacitación y Empleo), que permite adiestrar en especialidades técnicas compatibles con la función a miles de trabajadores, a cuenta de desgravación de impuestos. Por esta vía, un alto porcentaje de trabajadores son especializados y elevados en su conocimiento con estudios de nivel técnico terciario. Este sistema está muy difundido.
  • Pero esto es sólo la base. La mayor colaboración se expresa en el desarrollo de programas conjuntos de promoción de áreas de avance tecnológico o económico. La Agenda Digital es el más interesante de estos proyectos, y una guía desde la cual se pueden rastrear las numerosas iniciativas de modernización proyectadas. Atina tiene un resúmen de sus propósitos:
· Masificación del Acceso a Internet:
- Consolidar las medidas que facilitarán el acceso individual y comunitario a la banda ancha para todas las chilenas y chilenos.
- Promover el desarrollo de Infocentros como centros de servicios.
- 900 mil hogares y 150 mil empresas conectadas a Internet para el año 2006.

· Educación y Capacitación:
- Alfabetización digital para medio millón de chilenas y chilenos.
- Despegue de la certificación de habilidades en TIC.
- Promoción de escuelas conectadas y equipadas.
- Integración de TIC en las prácticas curriculares.
- Impulsar la formación técnico-profesional en TIC.
- Promover contenidos de calidad mundial.
- Dominio de inglés básico e instrumental para todas las escuelas.

· Estado en Línea:
- Plataforma de servicios electrónicos para trámites.
- Red digital de banda ancha para el sector público (Ruta 5D).
- Plataforma electrónica para Chile Solidario y las políticas sociales.
- Desarrollo de tecnologías digitales en el sector salud.
- Desarrollo digital de gobiernos regionales y municipios.
- Aumentar la métrica y la eficiencia del gasto público en tecnologías de información.
- Mejoramiento de la seguridad de estructuras de información esenciales para el sector público.

· Desarrollo Digital de las Empresas:
- Masificación de la factura electrónica.
- Consolidación y expansión del uso de ChileCompra.
- Simplificación y puesta en línea de trámites empresariales.
- Boleta electrónica de honorarios e inicio de actividades en línea.
- Desarrollo de medios de pago para el comercio electrónico e impulso y consolidación del Portal de Pagos del Estado.
- Ventanilla electrónica y marketplace de comercio exterior.
- Profundizar la adecuación de los Instrumentos de Fomento.

· Despegue de la Industria TIC:
- Identificación de oportunidades y focalización de esfuerzos para el desarrollo de la industria TIC
- Asegurar la calidad a través de la certificación de empresas
- Intensificar el programa de Atracción de Inversiones Extranjeras de Alta Tecnología.
- Fortalecer la promoción de la investigación y desarrollo (I+D) en TIC.
- Facilitar el proceso de exportación de la industria TIC.
- Financiamiento para crear y emprender.

· Marco Jurídico:
- Eliminación de obstáculos y fomento del uso de documento y firma
electrónica.
- Título ejecutivo de factura electrónica.
- Derechos del consumidor en el comercio electrónico.
- Actualización de la legislación para la protección de la propiedad intelectual.
Speeding up the slow-moving advance of information technologies in Chile is a priority not only for the government but for the private sector, which has produced a pact known as the Digital Agenda. This initiative officially attempts “to convert Chile into a digital country by 2010.” To achieve that goal, it was decided to move into a new phase in the inter-operability of public services, putting special emphasis on the needs of companies and citizens.
The Agenda also wants to strengthen existing laws and regulations and promote efficiency through means of digital processes such as electronic billing and digital signatures.
[George Lever, director of research at CCS] for one believes that it won’t be hard to eliminate the cultural barrier that has impeded widespread implementation of information technologies in Chile. The challenge is to create an environment that promotes their use. He takes an optimistic view about the responsibilities that companies and the government have accepted in the Digital Agenda.
For Lever, a key factor is the emergence of more dominant players, such as the electronic platform designed by the country’s internal revenue service (SII) for the declaration and payment of taxes via the Internet. He calls that a clear boost for the growth of information technologies in Chile “because the benefits in terms of costs and time-saved are obvious; it can become a factor that overcomes the cultural barrier through its multiplier effect.”
Lever and [Ricardo Stevenson, managing director in Chile for International Data Corporation (IDC)] both emphasize that this is an area where Chilean companies are leaders in the world digital scene. According to CCS data, 49% of Chilean companies use the SII tool, a higher percentage than in the country’s two closest competitors – France (18%) and Australia (16%.)
Considered one of the great symbols of the digital economy by the government, electronic billing began to operate in a pilot project in the middle of 2002. By last August, SII had received 1.7 million electronic tax documents – about 1% of all tax documents that were transmitted every three months.
The CCS study predicts that by the end of 2005 nearly 40% of Chilean tax documents will be transmitted electronically, although for this to happen, the electronic billing project must grow at an annual rate of 370% - nearly quadrupling each year.
Stevenson also cites the portal Chilecompras, the system for public-sector hiring and purchasing that requires all government suppliers to participate in an electronic bidding platform. “In other words, if you are not online, you don’t get business. It’s that simple.” At the moment, Chilecompras counts 29,000 officially registered suppliers, for whom 58% of all purchases are reported through the web site.
The CCS study predicts that by the end of 2005 nearly 40% of Chilean tax documents will be transmitted electronically, although for this to happen, the electronic billing project must grow at an annual rate of 370% - nearly quadrupling each year
  • Para terminar, por hoy, dos palabras sobre la composición económico social: el crecimiento chileno está apoyado en grandes empresas nacionales y extranjeras, que dominan grandes áreas económicas, no sólo finanzas o minería (sin discusión), sino áreas medias, como el retail (supermercados, farmacias, materiales de construcción, muebles, electrodomésticos, con un cada vez más concentrado número de actores), la construcción, la alimentación. Así, es débil, de baja o nula presencia, la existencia de pequeños comercios o unidades de producción, y con un mínimo, exiguo capital de giro. El movimiento cooperativo, por ejemplo, es muy débil, comparado con el argentino, aún después de sus caídas desde la década de 1990. La inexistencia de esta capa media de productores y emprendedores, si me guío por su valor en otros países, representa un punto débil de importancia en su futuro desarrollo, y el patrón de crecimiento actual no permite vislumbrar un cambio cercano (en mi humilde opinión, basado en observaciones informales).
A Scarcity of Entrepreneurs
Analysts agree that small and mid-size Chilean companies confront an additional issue when it comes to quickly incorporating new technologies into their production processes: They need to be more competitive in order to take advantage of opportunities now opening up as a result of the free-trade treaties that Chile recently signed with the European Union, the United States, and South Korea.
“In Argentina or Brazil, smaller companies are more oriented toward competing in the local or regional markets, but that is a very different situation from what Chilean exporting firms are facing,” says José Miguel Benavente, an economics professor at the University of Chile. Benavente, however, doesn’t claim that every company should incorporate sophisticated IT. “Bringing in information technologies is a complex process. Many companies don’t see any tangible benefits, and there is still distrust, above all, among business-to-business (b-to-b) companies,” he says. One major factor affecting IT progress is a scarcity of entrepreneurs.
Chile is “very well positioned” in its indices of economic and political stability and in its platforms of electronic commerce and “digitization,” notes José Miguel Piquer, director of the computer sciences department at the University of Chile. “But it turns out that there are no great risk takers or investors ready to enter segments that are not the traditional ones.” In Chile, traditional segments are generally associated with raw materials and natural resources.
Investors’ conservatism reflects a lack of points of reference, Piquer notes, adding that “in Chile, there are no examples of people who have invented a major technological advance” and then gone on to become millionaires. Moreover, he says, entrepreneurs and risk capital investors often fail to see eye-to-eye. Entrepreneurs complain that they don’t have access to financial resources while investors complain that good projects aren’t emerging. “It is the dilemma of the chicken or the egg.”
Fin por hoy...quizá todavía haya alguna nota más en las próximas semanas. Creo que dejo una idea de qué se puede aprender de Chile, aunque sea sólo basado en experiencias personales.

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