Hace alrededor de tres semanas, mis ex-colegas de Chile me invitaron a abrir una cuenta en Facebook: primero uno, luego dos más. Finalmente, aunque me resistía a dedicar tiempo a este tipo de redes, acepté, para mantener contacto con ellos, y recordar lo que ya es irrepetible (Pero este es otro asunto). Luego, otro más me invitó a MySpace, y acepté porque es un colega que lo merece; y finalmente ayer, recibí dos invitaciones de Argentina y Honduras de colegas y amigos con los que no quiero perder contacto para otra red, Tagged, a la que ya había rechazado varias veces (y que continuaré haciendo). El futuro me presenta una tarea: convencer a todos los colegas y amigos a que converjamos en una sola red. No pensaba dedicar tiempo a ninguna; de hecho estaba rechazando invitaciones, y explicando por qué lo hacía. Sin embargo, tengo que reconocer que Facebook tiene aspectos de interés: es un sitio informal para conversar con quienes están lejos, como en general es mi caso, y la oferta de aplicaciones disponibles es más que variada; así como es posible dedicarse a (cientos) de juegos, y estar a un nivel de proximidad adolescente, así también es posible encontrar comunidades de gran interés, expresadas a través de actividades de grupos de afinidad o del uso de aplicaciones. Luego de hacer una revisión de semanas, mi adhesión a grupos dedicados a lenguajes de programación , herramientas y actividades en la Web, trabajo y emprendedores se ha vuelto descontrolada. Sé por experiencia que, andando el tiempo, esas pequeñas comunidades desarrollan intereses comunes sólidos. ¿Cuánto tiempo se le puede dedicar?. Poco; terminaré creando un sistema de alertas, y consolidando las relaciones con una pequeña porción de ese universo.
Un fenómeno curioso, que creo que va camino de la simplificación, es el predominio de la adhesión por naciones: Según comentan, y pude comprobar, Orkut es un excelente sitio para estar en contacto con personas de Brasil, y parecería que también de India. Es abrumadora la cantidad de personas de Chile participando en Facebook.
Pero yendo al asunto inicial, Facebook o LinkedIn?
Tengo la impresión de que las redes del estilo de Facebook son la continuidad con mayor alcance e interactividad, de lo que Messenger o los fotologs representaron: un sitio para conectarse informalmente, mayoritariamente para jóvenes, y para el ocio. Messenger creció por su decidida apuesta a capturar el mercado de los jóvenes; muchas de estas redes no despegan de ese modelo. Y esta es la razón por la que visito Messenger sólo una vez cada tanto, si acaso un amigo o familiar lo usa y tenemos que conversar. De lo contrario, de manera más espartana, se puede conversar con Google Talk. Lo mismo vale para las redes sociales. Estimo que este modelo es su límite. Y LinkedIn (o Xing) representan la reacción a él. Estas redes son, contrariamente, económicas en su presentación, con nula oferta de ocio o expansión informal (ni albumes de fotografía, ni videos, ni expresiones de deseos o fanatismos, ni citas amorosas). Sólo el desarrollo de herramientas de presentación profesional o académica, y de colaboración, con reglas rigurosas de protección de información. No se fomenta el trato indiscriminado, estableciendo un esquema conservador de presentación. Pero el resultado es muy valioso; en mi caso, me ha permitido estar en contacto con colegas que de otra manera difícilmente hallaría. Y las herramientas disponibles me estan ayudando a planificar actividades que de otra manera resultarían complicadas. En el terreno de facilidades para las actividades laborales, profesionales o académicas, comienzan a ofrecer poderosos medios de trabajo.
¿Qué le espera a las redes sociales? Creo que la diversidad que hay ahora se simplificará pronto, y que muchas de ellas están en una carrera para ver quién las compra, y a cuánto. Esto también vale para las profesionales, pero por su propio carácter, creo que un margen de competencia quedará. Sea como sea, en un futuro próximo, creo que me ahorrarán el dilema de qué hacer con tantas invitaciones, porque todo el agua irá al mar.
Finalmente, quiero destacar algunos aspectos señalados por Brad Stone, de New York Times, sobre LinkedIn:
The average age of a LinkedIn user is 41, the point in life where people are less likely to build their digital identities around dates, parties and photos of revelry.
LinkedIn gives professionals, even the most hopeless wallflower, a painless way to follow the advice of every career counselor: build a network. Users maintain online résumés, establish links with colleagues and business acquaintances and then expand their networks to the contacts of their contacts. The service also helps them search for experts who can help them solve daily business problems.
The four-year-old site is decidedly antisocial: only last fall, after what executives describe as a year of intense debate, did the company ask members to add photos to their profiles.
Sobre las bases del negocio de LinkedIn:
That business-only-please strategy appears to be paying off. The number of people using LinkedIn, based in Mountain View, Calif., tripled in May over the previous year, according to Nielsen Online. At 23 million members, LinkedIn remains far smaller than Facebook and MySpace, each with 115 million members, but it is growing considerably faster.
LinkedIn also has a more diversified approach to making money than its entertainment-oriented rivals, which are struggling to bring in ad dollars and keep up with inflated expectations for increased revenue.
LinkedIn will get only a quarter of its projected $100 million in revenue this year from ads. (It places ads from companies like Microsoft and Southwest Airlines on profile pages.) Other moneymakers include premium subscriptions, which let users directly contact any user on the site instead of requiring an introduction from another member.
A third source of revenue is recruitment tools that companies can use to find people who may not even be actively looking for new jobs. Companies pay to search for candidates with specific skills, and each day, they get new prospects as people who fit their criteria join LinkedIn.
Un aspecto que se incrementará, pero que ya está presente, es el lugar que las empresas tendrían:
LinkedIn is set to undergo a radical shift in strategy to find other sources of revenue. Instead of catering primarily to individual white-collar workers, the site will soon introduce new services aimed at companies. It is a risky move that could alienate members who prefer to use the networking site to network — without their bosses peering over their shoulders.
One new product, Company Groups, automatically gathers all the employees from a company who use LinkedIn into a single, private Web forum. Employees can pose questions to each other, and share and discuss news articles about their industry.
Soon, LinkedIn plans to add additional features, like a group calendar, and let independent developers contribute their own programs that will allow employees to collaborate on projects.
The idea is to let firms exploit their employees’ social connections, institutional memories and special skills — knowledge that large, geographically dispersed companies often have a difficult time obtaining.
(...) “It will be extraordinarily challenging to simultaneously serve as a corporate tool and yet promote the ‘brand of me’ in an emerging free-agent nation,” said Keith Rabois, a former LinkedIn executive who is now vice president at Slide, a maker of applications for social networks.
Jeffrey Glass, a partner at Bain Capital, says his firm invested in LinkedIn primarily because it is now becoming popular enough to introduce these kinds of products to companies and other organizations, like universities.
“This is a powerful tool because inside the corporation, there are massive bodies of knowledge and relationships between individuals that the corporation has been unable to take advantage of until now,” he said.
Reid Hoffman, de la dirección de LinkedIn, y anterior inversor en Facebook, compara ambos:
(...) he said that most members of Facebook who are older than 30 use it for entertainment, like playing Scrabulous, a version of Scrabble — not for doing their jobs.
“Scrabulous is not work, and it does not enable you to be an effective professional,” he said.