En tiempos de grandes reacomodamientos, el System i no está ajeno a esto, salvo que aceptara caer en la intrascendencia. Tras la ola de iniciales inclusiones, ahora el objetivo es mobile, escuchando a los clientes, como el artículo enlazado comenta (IBM i Fundamental Strategy Unchanged, Always Changing, Dan Burger).
Hace ya mucho tiempo que IBM no es el motor de los cambios y tendencias tecnológicas. Aunque se debería decir mejor todavía, que el curso de los acontecimientos escapa actualmente a la voluntad de casi todos sus actores, y evolucionan (los acontecimientos) más rápidamente que la capacidad industrial de las compañías tecnológicas de marchar a su paso o adelantarse. Y sin duda este es el caso de IBM: recursos finitos de investigación, y tiempos de investigación y desarrollo que quedan desactualizados por los acontecimientos.
Pero hay algo más...¿hasta qué punto la adopción de las nuevas tecnologías acompaña su surgimiento? ¿cuánto de lo que vemos como posibilidad es realidad? ¿Cuántas empresas nacionales están al día, cuántas modificaron sus procesos a fondo? Probablemente se podríadecir que casi ninguna, o ninguna...lo que tenemos es una capa superior (¿o superficial?) de un puñado de aplicaciones modernas, apoyadas en una combinación, o mezcla, infernal de aplicaciones de las más variadas épocas y tecnologías. Y que a la hora de hacer una compra por el móvil, el logro de esa transacción depende de una cadena de sucesos originados por procesos de la generación anterior, o de dos , o de tres generaciones anteriores...
¿Dinosaurios? probablemente no; simplemente los tiempos del ciclo de vida de una institución (empresa final, compañia de software, la que sea) siguen un ritmo distinto a la acumulación actual de nuevas posibilidades.
Y así, el System i no escapa a esto, por su propio tipo de función.
Nota: Quizá el título de esta nota no es el adecuado. Probablemente mejor sería decir "modernización y realidad".
Pero hay algo más...¿hasta qué punto la adopción de las nuevas tecnologías acompaña su surgimiento? ¿cuánto de lo que vemos como posibilidad es realidad? ¿Cuántas empresas nacionales están al día, cuántas modificaron sus procesos a fondo? Probablemente se podríadecir que casi ninguna, o ninguna...lo que tenemos es una capa superior (¿o superficial?) de un puñado de aplicaciones modernas, apoyadas en una combinación, o mezcla, infernal de aplicaciones de las más variadas épocas y tecnologías. Y que a la hora de hacer una compra por el móvil, el logro de esa transacción depende de una cadena de sucesos originados por procesos de la generación anterior, o de dos , o de tres generaciones anteriores...
¿Dinosaurios? probablemente no; simplemente los tiempos del ciclo de vida de una institución (empresa final, compañia de software, la que sea) siguen un ritmo distinto a la acumulación actual de nuevas posibilidades.
Y así, el System i no escapa a esto, por su propio tipo de función.
Nota: Quizá el título de esta nota no es el adecuado. Probablemente mejor sería decir "modernización y realidad".