domingo, agosto 30, 2009

Google competirá con Amazon

Leído en Infobae el viernes 28, firmado por César Dergarabedian: Google ingresa en el negocio de los libros electrónicos, amenazando un mercado donde el pionero Amazon construyera una posición sólida luego de años de crecimiento difícil. Este nuevo proyecto muestra las distancias entre el modelo de negocios de Microsoft y Google.
Dergarabedian explica cómo distintas herramientas de Google concurren a un objetivo comercial común:

Al principio fueron las búsquedas. Luego, las noticias, los libros, la tierra y el video. Ahora le llegó el turno al negocio editorial. Tal la secuencia que se plantea Google, la mayor empresa de contenidos de todo tipo soportados en Internet.

La secuencia anterior explica la evolución del negocio del contenido bajo la visión de Google. Se puede poner el siguiente ejemplo: Primero el internauta busca información en Google.com.ar sobre el Mundial de Fútbol Alemania 2006. Luego, busca en Google News qué dijeron los medios sobre esa competencia; en Google Books consulta los libros que trataron sobre ella; en Google Earth busca información de los estadios germanos; y en YouTube, documentales sobre los campeones. Ahora, lo que viene es el negocio editorial.

Los principales proveedores en este caso son las empresas editoriales y Google intenta seducirlas para subirlas a sus proyectos Google Books (o Libros) y Google Edition.

[...] Hasta ahora el buscador remitía a otras páginas como Amazon u otras librerías para comprar la versión electrónica o impresa, respectivamente. Pero con Google Edition, el gigante de Internet propone a los usuarios comprar las ediciones digitales directamente desde Google.

Google Edition es distinto de Google Books, que sigue adelante, y que representa un esfuerzo tan importante como el que desarrollan la Biblioteca Cervantes, el Proyecto Gutenberg, o The Internet Archive.
Sobre su participación en este nuevo pero previsible negocio:

El principal enemigo de Google en este campo es Amazon.com, la mayor librería virtual del mundo, que vende con éxito en Estados Unidos su lector de libros electrónicos Kindle y obras por su portal a un precio fijo de 9,99 dólares.

Pero ahora el gigante de Internet se planta frente a este rival como un intermediario en el libro electrónico, de forma que competiría directamente con Amazon. El buscador se posiciona como la vía de acceso entre el lector y la editorial, con un precio libre, a diferencia de Amazon.com, y liberado para todos los dispositivos, no únicamente para un equipo, como ocurre con el Kindle.

La libertad de precios que contempla Google es lo que seduce a las editoriales. En el caso de Amazon, sólo permite a los editores poner los precios de venta al por mayor pero luego este portal establece los valores para los consumidores. El resultado es una diferencia de importe notable.

Con el ingreso de Google en el mercado, los editores llegarían a controlar también los precios del consumidor.

Dergarabedian puntualiza que esta iniciativa es cuestionada por la competencia potencial o real de Amazon, Microsoft, y Yahoo, que califica de dominio monopólico no sólo este nuevo proyecto sino el básico de Google Books:

Microsoft y Yahoo compiten con Google en muchas áreas como búsquedas en la web y software basado en la red.

El abogado especializado en legislación antimonopolio Gary L. Reback, que asesora a las tres compañías, planea llevar el caso ante el Departamento de Justicia bajo el argumento de que lesiona la libre competencia.

Según dijo este letrado a The New York Times, el acuerdo le da a Google una injusta inmunidad sobre derechos de autor para ofrecer futuros servicios sobre libros digitales.

Esto daría al buscador, de acuerdo al abogado, una hegemonía con la que el resto de las empresas no podrían rivalizar. Reback tiene experiencia en temas antimonopolio: en la década pasada impulsó el caso que tramitó el Departamento de Justicia contra Microsoft por sus prácticas monopólicas.

Justamente, esta área de la Casa Blanca inició en junio pasado una investigación del acuerdo entre Google y las empresas editoriales del país.

Al respecto, la empresa aclaró que el pacto con escritores y editores ofrecería a Google “licencias no exclusivas de uso”, para que los dueños de la propiedad intelectual pudieran ofrecer textos a otras compañías de manera simultánea.

Al ser consultado sobre esta alianza, [Tom] Turvey se remitió a lo dicho por su empresa: el acuerdo sobre Google Books “está inyectando más competencia en el espacio de los libros digitales, por lo cuál es fácil comprender porqué nuestros competidores están luchando duramente para evitar mayor competencia. Es irónico que algunas de las quejas provengan de firmas que ya sea tienen su propia iniciativa de digitalización de libros o abandonaron el escaneo de libros porque ‘carecía de viabilidad comercial’”.

Microsoft confirmó que unió a Yahoo, Amazon y la organización Internet Archive en la llamada “Open Book Alliance”, http://www.opencontentalliance.org/, una coalición que se opone al acuerdo alcanzado en octubre de 2008 entre Google y las asociaciones de editores y autores American Publishers y Authors Guild (http://www.googlebooksettlement.com/r/home?hl=es&cfe_set_lang=1).
No sé si el riesgo monopólico existe, considerando que el acuerdo de Google con editores asegura “licencias no exclusivas de uso”, lo que permitiría que otros pudieran reproducir el mismo o parecido esquema de publicación y distribución. Lo que sí debo reconocer a Google es su iniciativa temprana en ofrecer libremente decenas de miles de textos para su lectura, algo que hace tiempo utilizo y doy fé que funciona. Espero que el reclamo "antimonopólico" de sus competidores no termine con la lectura libre de esta enorme base de datos de materiales de excelente calidad.

martes, agosto 25, 2009

Proyecto Oslo: ¿en el camino de Vista?

Repentinamente, Douglas Purdy, el 17 de este mes, da un nuevo giro al alcance de Oslo, incluyendo una dimensión de manipulación de datos:

During the 10 months since the last PDC, it has become increasingly clear to us that the modeling platform is aligned in a deep and fundamental way with the data programmability stack (ADO.NET, EF/EDM, Astoria, etc.).

Why?

The fundamental focal point of “Oslo” has always been the notion of (meta)data stored within SQL Server or another database. If you look at the Repository, it has always been “just a SQL Server database” containing application metadata. Likewise, “M” and “Quadrant” having their roots in making this particular database easier to use.

With this in mind, we made a decision to merge the Data Programmability team (EDM, EF, Astoria, XML, ADO.NET, and tools/designers) and the “Oslo” team (“Quadrant”, Repository, “M”) together.

What does this mean for you (.NET developers)? You are going hear more about how “M”/EF/EDM align. How our VS tools relate to “Quadrant”. How this notion of “model-driven software” evolves with the existing .NET FX investments.

Darryl K Taft comenta al día siguiente en EWeek:
Purdy said more on this strategy will be revealed at the upcoming PDC in November. He said developers will learn more about how M, EF and EDM align, how Microsoft's Visual Studio tools relate to Quadrant, and how the notion of model-driven software evolves with Microsoft's .NET Framework investments.This should help to clear up some of the confusion Microsoft caused by shifting the focus of Oslo while keeping the name and the thrust of the project. "Oslo" software modeling technology appears to be something of a chameleon in that it continues to evolve and take on different appearances based on its surroundings. Now Oslo has moved in a new direction, or at least the Oslo team is adapting and merging with Microsoft's Data Programmability team.

[...]
Purdy acknowledged the confusion in his post, saying: "The only thing that I feel bad about is that we kept the 'Oslo' name around so long (you will see that change at the next PDC), which has continued to be a confusing point for customers ('I thought Oslo was your new SOA platform.')"

In trying to explain what Oslo is all about, that question has been a recurring theme. So it's good to see Microsoft address this issue. However, Microsoft officials said they had no comment about the future of Oslo beyond what was in Purdy's post.

Francamente, estos trascendidos, idas y vueltas, recuerdan a la larga y confusa historia de Windows Vista, incluyendo el hecho de vender lo que no está, y quizá no se esté seguro de qué es o para qué se utilizará. Realmente parecen algo prematuras las calurosas palabras de bienvenida a las sucesivas presentaciones. Sería bueno tener algo más en firme cuando pareciera que se hablara de un producto que evoluciona a medida que se van descubriendo relaciones.

Quién es Douglas Purdy: De la presentación "A Lap Around Oslo", conducida por Douglas y Vijaye Raji
"Douglas Purdy is a product unit manager at Microsoft working on next-generation languages and tools to broaden the franchise of people building applications. His vision is to “make everyone a programmer” (even if they don’t know it). Previously, Douglas was the group program manager for the Windows Communication Foundation (WCF/Indigo) and Windows Workflow Foundation (WF/WinOE) teams. Douglas has been with Microsoft, on and off, since 1998 where he has worked in consulting, evangelism and engineering."
Leído primero en ZDNet, comentado por Joe McKendrick.

martes, agosto 18, 2009

Discutiendo modelos de programación...

El hombre es esclavo de sus palabras...Michael Braude, Ingeniero de Software de Microsoft, critica a quienes se consideran programadores, o desarrolladores, en tanto construyan aplicaciones para la Web. Y una nube de programadores para la web lo refuta, abriendo una discusión sobre el estado de las arquitecturas y paradigmas de construcción de software. Y el cargo a Braude es de estar algo "outdated"...con el corolario extraído por más de una persona, de que el error es extensible a su contratante, Microsoft:
Well the fact that Michael works for Microsoft is a bit disturbing. Perhaps it is linked in with how Microsoft first missed the boat on the importance of the internet.
Pacifika on August 14, 2009 5:47 AM

Jeff Atwood, en The Coding Horror, cuestiona sus argumentos -en realidad, conocí la discusión por su nota- y da vuelta su argumentación, sosteniendo que en realidad las aplicaciones de escritorio ya están muertas.
Así, Atwood toma las palabras de Braude:
The reason most people want to program for the web is that they're not smart enough to do anything else. They don't understand compilers, concurrency, 3D or class inheritance. They haven't got a clue why I'd use an interface or an abstract class. They don't understand: virtual methods, pointers, references, garbage collection, finalizers, pass-by-reference vs. pass-by-value, virtual C++ destructors, or the differences between C# structs and classes. They also know nothing about process. Waterfall? Spiral? Agile? Forget it. They've never seen a requirements document, they've never written a design document, they've never drawn a UML diagram, and they haven't even heard of a sequence diagram.

But they do know a few things: they know how to throw an ASP.NET webpage together, send some (poorly done) SQL down into a database, fill a dataset, and render a grid control. This much they've figured out. And the chances are good it didn't take them long to figure it out.

So forgive me for being smarmy and offensive, but I have no interest in being a 'web guy'. And there are two reasons for this. First, it's not a challenging medium for me. And second, because the vast majority of Internet companies are filled with bad engineers - precisely because you don't need to know complicated things to be a web developer. As far as I'm concerned, the Internet is responsible for a collective dumbing down of our intelligence. You just don't have to be that smart to throw up a webpage.

I really hope everybody's wrong and everything doesn't "move to the web." Because if it does, one day I will either have to reluctantly join this boring movement, or I'll have to find another profession.

Y le contesta con su cuestionamiento del paradigma de las aplicaciones de escritorio:

Let's put aside, for the moment, the absurd argument that web development is not challenging, and that it attracts sub-par software developers. Even if that was true, it's irrelevant.

I hate to have to be the one to break the bad news to Michael, but for an increasingly large percentage of users, the desktop application is already dead. Most desktop applications typical users need have been replaced by web applications for years now. And more are replaced every day, as web browsers evolve to become more robust, more capable, more powerful.

You hope everything doesn't "move to the web"? Wake the hell up! It's already happened!

Uno de los argumentos en favor de las aplicaciones Web de Atwood es su ubicuidad y facilidad de distribucion:
If you want your software to be experienced by as many users as possible, there is absolutely no better route than a web app. The web is the most efficient, most pervasive, most immediate distribution network for software ever created. Any user with an internet connection and a browser, anywhere in the world, is two clicks away from interacting with the software you wrote. The audience and reach of even the crappiest web application is astonishing, and getting larger every day.
[...] As a software developer, I am happiest writing software that gets used. What's the point of all this craftsmanship if your software ends up locked away in a binary executable, which has to be purchased and licensed and shipped and downloaded and installed and maintained and upgraded? With all those old, traditional barriers between programmers and users, it's a wonder the software industry managed to exist at all. But in the brave new world of web applications, those limitations fall away. There are no boundaries. Software can be everywhere.
En fin. Las palabras de Braude se publican en su blog personal; como él dice en su introducción, "The opinions and views expressed on my blog are mine and have nothing to do with my employer. I am just one of 90,000 employees, and plenty of them would disagree with what I say here". Sin embargo, existe más de una coincidencia entre su punto de vista, y la puja global de Microsoft con Google. ¿No es así?

domingo, agosto 16, 2009

Bradbury no cree en Internet...


Ray Bradbury no cree en Internet...Lo leí en Eñe, en junio, y tiene algo de paradójico, pero su posición probablemente sea compartida por muchos más. Bradbury, que en Farenheit 451 describía un mundo orwelliano, donde la autoridad y la sociedad perseguían como delito el leer, y los escasos "outsiders" se reunían a escondidas a leer e intercambiar libros, ve en Internet otros aspectos, que más bien hay que inferir de las dos o tres palabras que Eñe desglosa:
"Yo leí todo en la biblioteca. Todo. Sacaba como 10 libros por semana, unos centenares de libros por año. Literatura, poesía, teatro; todos los grandes cuentos cortos... ¡todos! Me recibí de la biblioteca cuando tenía 28 años. Allí me educé. No en la universidad"
[Internet] "Es una distracción. No es real. Está en algún lugar en el aire"
¿A qué apunta Bradbury? Claramente, en su defensa de las bibliotecas públicas, a la posibilidad universal de educarse, conocer, investigar, informarse, sin límites tecnológicos y casi sin límites sociales. Algo que no es el caso de Internet, que está lejos de alcanzar tal globalidad. Internet requiere una gran infraestructura de recursos de comunicaciones, proclive a ser manipulada, y un terminal receptor, sea un móvil o un ordenador, cuyo costo no es ya hoy alto para el mundo desarrollado, pero que lo sigue siendo para vastos sectores sociales de escasos o nulos recursos en paises desarrollados o no.
En defensa de Internet, de todas formas, debe decirse que mantiene viva la posibilidad de la diversidad y extensión del conocimiento. Con una red de una amplitud que tenderá a los miles de millones de participantes, la posibilidad real de supervisión y control es algo remota.
El artículo de Bradbury en The New York Times, y su reproducción en Eñe.

La fotografía, de Ethan Pines para The New York Times. (¿Se ha preguntado qué significa la imágen?)

jueves, agosto 13, 2009

"que tu tesis no quede guardada en un cajón"

En el contexto de un post de Christian Van Der Henst sobre la actitud que los estudiantes universitarios debieran tener hacia la web, encuentro una observación que debiera estar en los cuadernos de notas de estudiantes avanzados, profesores, y pedagogos:
Muchas carreras aún utilizan el obsoleto recurso de la tesis universitaria. Un trabajo de investigación donde aplicas todo el método científico para experimentar con algo, documentar alguna teoría y al final del día, paperwork burocrático para graduarte. Aparte de tu asesor y algunas fuentes de investigación, NADIE LO VA A LEER, a NADIE LE VA A IMPORTAR. Y sabes algo, la culpa la tiene el estudiante que solo hace lo que le piden, de tal forma que le parece un proceso tedioso. Hace el trabajo y considera que todo su tiempo fue únicamente necesario para graduarse, no valora que por un esfuerzo extra este trabajo pudo ser una puerta para abrirse camino en la vida.

martes, agosto 11, 2009

Google vs Microsoft: se incrementa la apuesta

Para ampliar lo conversado antes, un muy interesante artículo de G. Pascal Zachary en Technology Review expone, a propósito del futuro lanzamiento por Google de un "sistema operativo en la nube", el estado de situación de su competencia con Microsoft. También Zachary piensa que aún la posición de Google es relativamente débil, aunque considera una ventaja que Eric Schmidt ya hubiera pasado por una derrota en Novell frente a Microsoft:
Going after Microsoft's operating system used to be hopeless. When I covered the company for the Wall Street Journal in the 1990s, I chronicled one failed attempt after another by software innovators to wrest control of the field from Bill Gates. IBM failed. Sun failed. Borland. Everybody. By the end of the 1990s, the quest had become a kind of ritualized suicide for software companies. Irresistible forces seemed to compel Gates's rivals, driving them toward self-destruction.

The networking company Novell, which Schmidt once ran, could have been one of these casualties. Perhaps Schmidt's managerial experience and intellectual engagement with computer code immunized him against the OS bug. In any case, he knew that the task of dislodging Microsoft was bigger than creating a better OS. While others misguidedly focused on the many engineering shortcomings of Windows, Schmidt knew that Microsoft was the leader not for technical reasons but for business ones, such as pricing practices and synergies between its popular office applications and Windows.

Zachary enumera los cambios en la posición dominante de Microsoft, claramente vinculados con su escasa flexibilidad para adaptarse a los cambios tecnológicos radicales que se han sucedido en los últimos diez años:
What has changed? Google has challenged the Microsoft franchise, further diminishing a declining force. The latest quarter gave Microsoft the worst year in its history. Revenue from its various Windows PC programs, including operating systems, fell 29 percent in the fiscal quarter that ended in June. Some of the decline stems from the global economic slowdown. But broad shifts in information technology are also reducing the importance of the personal computer and its central piece of software, the OS. In many parts of the world, including the two most populous countries, China and India, mobile phones are increasingly the most common means of reaching the Web. And in the rich world, netbooks, which are ideal for Web surfing, e-mailing, and Twittering, account for one in every 10 computers sold.

Another powerful trend that undercuts Microsoft is toward programs that look and function the same way in any operating system. "Over the past five years there's been a steady move away from Windows-specific to applications being OS-neutral," says Michael Silver, a software analyst at the research firm Gartner.

One example would be Adobe Flash. Such popular social applications as Facebook and Twitter are also indifferent to operating systems, offering users much the same experience no matter what personal computer or handheld device they use. Since so many people live in their social-media sites, the look and feel of these sites has become at least as important as the user interface of the OS. The effect is to shrink the role of the OS, from conductor of the orchestra to merely one of its soloists. "The traditional operating system is becoming less and less important," says Paul Maritz, chief executive of VMware, who was once the Microsoft executive in charge of the operating system. By and large, he has noted, "people are no longer writing traditional Windows applications."

Microsoft's troubles make the company's OS doubly vulnerable. Vista, its current version, has been roundly criticized, and it has never caught on as widely as the company anticipated; many Microsoft customers continue to use the previous version of Windows, XP. A new version being released this fall, Windows 7, promises to remedy the worst problems of Vista. But even 7 may not address a set of technical issues that both galvanize Microsoft's critics and stoke the appetites of Brin and Page to create a more pleasing alternative. In their view, the Microsoft OS takes too long to boot up, and it slows down even the newest hardware. It is too prone to viral attacks and too complicated.

Zachary apunta el retardo de Microsoft en entender el significado de la aparición de Internet:
The main reason why control of the OS no longer guarantees technological power, of course, is the ascent of the Internet. Gates made few references to the Internet in the first edition of his book The Road Ahead, published in November 1995. Neither Windows NT nor its mass-market incarnation, Windows 95, was intimately connected to the Web. With the spread of Netscape's browser, though, Gates began to realize that the individual PC and its operating system would have to coöperate with the public information network. By bringing a browser into the OS and thus giving it away, Microsoft recovered its momentum (and killed off a new generation of competitors). Then, preoccupied once again with control of the OS, Microsoft missed the sudden, spectacular rise of search engines. When Google's popularity persisted, Microsoft was unable to do with the search engine what he had done with the browser.

In one sense, this failure to adapt to a networked world reflected the integrity of Gates's vision of the PC as a tool of individual empowerment. In the mid-1970s, when the news of the first inexpensive microprocessor-based computers reached Gates at Harvard, he instantly understood the implications. Until then, computers had been instruments of organizations and agents of bureaucratization. The PC brought about a revolution, offering the little guy a chance to harness computing power for his personal ends.

Technology is now moving away from the individualistic and toward the communal--toward the "cloud" (see our Briefing on cloud computing, July/August 2009). Ray Ozzie, Microsoft's chief software architect, who has been the most influential engineer at the company since Gates retired from executive management, describes the process under way as a return to the computing experience of his youth, in the 1970s, when folks shared time on computers and the network reigned supreme. Cloud technologies "have happened before," he said in June. "In essence, this pendulum is swinging." Similarly, Schmidt recalls how, in the early 1980s, Sun Microsystems' OS was developed for a computer that lacked local storage.

The return to the network has big implications for the business of operating systems. Computer networks used to be closed, private: in the 1960s and '70s they revolved around IBM mainframe operating systems and, later, linked Windows machines on desktops and in back rooms. Today's computer networks are more like public utilities, akin to the electricity and telephone systems. The operating system is less important.